jueves, 1 de septiembre de 2016

Las princesas también se tiran pedos

Las princesas también se tiran pedos ( El Periódico de Aragón - 20/08/2016 )

Una prima dio a luz hace unas semanas. Días después de salir del hospital me llamó por teléfono. Quería preguntarme si era normal seguir sangrando cuando ya han pasado varios días desde el parto. Sí, le dije. ¿Durante cuántos días? No sé exactamente, pero creo recordar que yo estuve sangrando durante tres semanas o más. ¿De verdad? Nadie me había explicado esto. Yo tuve una sensación parecida cuando parí. Sabía que después de dar a luz tenías un sangrado parecido a la regla durante unos días. Pero también me sorprendí --y asusté-- al ver que pasaban los días y aquello, mi cuerpo, seguía sangrando. Me acordaba de esto mientras leía un artículo sobre Fu Yuanhui, una nadadora china que quedó cuarta con su equipo en una prueba de relevos en los Juegos Olímpicos. Al salir del agua, mientras se retorcía de dolor, dijo: "Ayer me vino la regla así que hoy me siento particularmente cansada. Pero no es excusa, no he nadado lo suficientemente bien". En estas olimpiadas se ha hablado de jugadoras de vóley playa que compiten con bikini y otras con velo. Casi la mitad de los deportistas de Río son mujeres y, sin embargo, ocupan sólo un tercio de la información deportiva. Además, para hablar de sus logros, en el caso de las mujeres, también es noticia su físico, su vida sentimental o su maternidad. La Universidad de Cambridge ha realizado un estudio sobre el sexismo en el lenguaje deportivo: ellos son campeones mientras ellas son las reinas, ellos ganan o dominan, ellas compiten o se esfuerzan. Se ha comentado todo esto, sí, pero a mí me ha llamado más la atención la regla de Fu Yuanhui porque visibiliza, oh, sorpresa, que las mujeres tenemos la regla. Es algo que se conoce, sí, pero también se trata como si no pasara. Hace unos años, en una conversación familiar, una de mis tías dijo que ponerse tampones estaba muy bien pero que era un problema no poder orinar mientras lo llevabas. Ese es el grado de desconocimiento que muchas veces se tiene sobre el propio cuerpo. El otro día hablaba con unas amigas de la regla. Una se quejaba de la cantidad de sangrado y del dolor de tripa. A mí, desde que tuve a mi hija, la regla viene con unos dolores de cabeza bastante incapacitantes. Sin embargo, no se trata este tema, al revés, los anuncios están llenos de reglas que expulsan un líquido azul y de mujeres a las que la menstruación les hace cosquillas. Hace unos meses, con un grupo de madres recientes, hablábamos de los daños colaterales del parto y de cómo hay un silencio colectivo que los oculta. Escapes de orina. Desajustes hormonales. Cambios de peso. Problemas en las articulaciones o en la espalda. Coxis dañado. Suelo pélvico que necesita rehabilitación. Hemorroides. Nada de eso aparece en las portadas y sí las madres famosas que recuperan su figura al mes de parir. Las princesas también se tiran pedos, se titula un libro de mi hija. Feminismo también es no guardarnos cosas como si fueran secretos.

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