jueves, 30 de abril de 2015

Todo forma parte de lo mismo

Todo forma parte de lo mismo ( El Periódico de Aragón - 25/04/2015 )

Era muy difícil ser niña en los años 90. El chándal de Táctel todavía era peor cuando la superficie remendada a base de rodilleras era mayor que la libre de roturas. Los parques no tenían suelos blandos. Las meriendas eran de chorizo, mortadela o paté del barato. El tiempo era elástico. El plato que me habían puesto en la comida todavía me duraba para la cena. Aprovechamiento de recursos. Aunque la verdadera sala de torturas se llamaba comedor escolar. Nuestro descubrimiento de América fue la creación de las televisiones privadas. Mi cuerpo todavía era demasiado pequeño para saberse feminista así que no tenía reparos en aprenderse la canción y la coreografía de las Mama Chicho, producto estrella de la tele de entonces y bandera de unos tiempos de luz, color y bien de tetas. Se nos mantenía entretenidos con Jesús Gil en un jacuzzi rodeado de chicas en biquini mientras en los despachos se gobernaba a golpe de política de mus. Envido más. Grande. Juego. Quiero. Para atenazarnos ya estaba la crisis y la cifra del paro. Las hadas se dieron a la droga. Dijeron que Miguel Bosé se había muerto de sida y por poco le hicieron salir con un periódico del día como prueba de vida. A mí me entró angustia por si me contagiaba y pensé que lo había hecho porque le había dado un beso a un chico en la boca. Con diez años hice mi primer testamento. Le cedía todos los juguetes a mi hermana y pedía que me enterraran con el edredón de Los Pitufos. Me gustaba mucho y no quería pasar frío. A Mario Conde no se le movió el peinado ni cuando lo zarandearon para que se le cayera lo que se había metido en el bolsillo. Dejó de estar de moda la gomina. Mariano Rubio mandaba en los dineros del Banco de España y se guardaba los suyos en una cuenta opaca. Fue a la cárcel pero salió a petición de Mariano Fernández Bermejo, ¿no te suena? Ministro de Justicia con Zapatero. Todo forma parte de lo mismo. Y Filesa y Rumasa y KIO y Malaya. Y esas niñas que fuimos empezamos a usar sujetador y nos vino la regla. Ni siquiera quemamos la ingenuidad en los primeros cigarrillos porque la habíamos gastado viendo telediarios. Y luego llegaron Gescartera y el Caso del Lino y el de Tabacalera. Crecimos con gobernantes que nos iban dando lecciones mientras se les caían las palabras a cada paso. Sabían por dónde habían venido porque las mentiras tienen rastro. Pero a nosotras nos dejaron los caminos manchados. Nos permitieron estudiar en la universidad para que oliéramos lo que era la igualdad de oportunidades y de ahí a la nada. El mercado laboral es un queso con agujeros y a nosotras nos tocó hundirnos en ellos. Y llegamos a la Gürtel y al caso Nóos y el Millet y los EREs y la Púnica y Bárcenas y Caja Madrid y Rato. El escepticismo es la primera de las líneas de expresión de nuestras caras. No hemos conocido otra cosa que una vida en la que nos han tratado como idiotas. Por cierto, El Bigotes era el mánager de las Mama Chicho.

domingo, 12 de abril de 2015

Asusta el deshielo de nuestra historia

Asusta el deshielo de nuestra historia ( El Periódico de Aragón - 11/04/2015 )

Seleccionemos un día al vuelo, hoy, por ejemplo. ¿Con qué palabras se retratará lo que nos está pasando cuando haya pasado todo?

La Iglesia no sabe qué hacer para evitar el desplome de su financiación. Demasiadas pocas cruces en su casilla de la renta. El dinero que aportan los católicos no para de descender desde hace cuatro años. Y tú dirás, oye, está bien que la Iglesia se preocupe por no tener dineros suficientes para acabar con la pobreza. Del presupuesto en 2012 de Cáritas, la entidad que canaliza la obra social de la Iglesia, sólo un 3% era la aportación que realizaba la Conferencia Episcopal a su actividad. Europa Laica cifra en 11.000 millones de euros la cantidad que el Estado aporta a la Iglesia católica. Y luego están las exenciones de IBI y los profesores de religión en los colegios públicos que religiosamente paga el Estado y no la Iglesia. ¿Qué carajo hace la Iglesia con tanto dinero si no lo dedica a su obra social? Ponerle un ático a Rouco Varela, claro. Esta semana ya no somos especialistas en vuelos y condiciones de seguridad de los aviones pero de repente nos hemos titulado en espeleología y rescates de montaña. La presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, reina de la austeridad, ha decidido invertir miles de euros en campañas publicitarias en varios medios de comunicación que, curiosamente, luego han dedicado sus espacios a entrevistarla en portada. Pero que nadie piense que hay relación causa-efecto, no, como no la hay en que los recortes provocan la saturación de las urgencias en los hospitales públicos. Es sólo que nos gusta estar apelotonados en los pasillos. La crisis se paga en las sonrisas. Las bocas de la gente se han resentido durante estos años y nuestras risas están pagando este abandono forzoso de la salud dental. Otros titulares: El problema es que en el PP nadie habla porque han expulsado a cualquiera que piense por sí mismo. El PSOE intenta aparentar normalidad ante la declaración de Griñán en el Supremo. El número dos de IU de Madrid también cobró de Bankia con Blesa y Rato. Ochocientos euros por jornadas de diez horas instalando internet. Madrid adjudicó a un primo político de Aguirre un proyecto para hacer un centro hípico y hotelero. La defensa de la infanta alega que ella no tuvo tiempo ni conocimientos para defraudar. El Telediario de TVE censura a Mortadelo y Filemón para no hablar de Bárcenas. La Tierra chocó contra un planeta gemelo para crear la Luna. Todo eso. Tú montas un partido para poder mandar y se te llena de gente que se ofusca con hacer política. Pobre Rosa Díez, con la ilusión que le pone a dirigir, aunque sea hacia el desastre. Y Toni Cantó amenaza con volver al teatro. Lo que le están haciendo a la cultura en este país no tiene nombre.

"Del deshielo de la cumbre de nuestra historia, te digo ya que habrá verdades tenebrosas". Eso dice Ricardo Vicente en su canción La balada de Fran y Richi. Verás el deshielo que nos espera.

domingo, 5 de abril de 2015

Presentando a José Luis Cuerda


Dónde ponerse

Dónde ponerse ( El Periódico de Aragón - 28/03/2015 )

Creo que mi primer acercamiento a la política se produjo cuando nació mi hermana. Pasé de tener el poder a tener que compartirlo y competir para no perderlo. Ser la mayor te convierte en una superviviente y aprendes a leer al mismo tiempo que te instruyes en corrupciones, chantajes y negociaciones. Yo me acuerdo que en el colegio siempre me faltaba saber un dato en los enunciados de los problemas que planteaban un reparto de elementos entre fulanita y su hermana. Me parecía muy precipitado sacar conclusiones sin saber quién era la hermana mayor. No he hecho un estudio muy riguroso pero seguro que la mayor parte de las personas que se dedican a la política son hermanos mayores. En la carrera a las primarias del cariño de mis padres intentaba hablar mucho con ellos. Hacer pasillos, vaya. Recuerdo ver en la televisión a Bush y a Clinton disputándose las elecciones en Estados Unidos y preguntarle a mi padre con quiénes íbamos nosotros, si con los demócratas o con los republicanos. Mi padre me dijo que allí no había buenos y malos sino malos y menos malos y nosotros íbamos con los segundos, que eran los demócratas. Yo no entendía cómo aquí éramos más de los republicanos que de los otros y allí más de los otros que de los republicanos. Las palabras no siempre significan lo mismo. En la vida hay unos y hay otros. Todo eso también lo aprendí de la política. No tengo carné de partido ni me han elegido nunca para un puesto en una institución. Por no ser no he sido ni presidenta de mi escalera y mi única motivación para casarme es traspasar el mandato a mi marido cuando me llegue el turno de la presidencia. No me he dedicado a la política pero jamás he pensado que la política me fuera ajena porque siempre me he sentido dentro de ella. Y nunca he podido evitar seguir las informaciones de una noche electoral. Incluso cuando el enfado con las formas de hacer política ha sido tan grande que me trataba de convencer de la necesidad de alejarme. Pese a las retransmisiones estrafalarias, los comentarios idiotas o la suciedad informativa que manchaba cualquier análisis. Si hay unas elecciones, ahí está mi cuerpo. Ya sean las de Grecia o las de Andalucía. Soy una yonqui. Y pese a serlo la droga todavía no ha colonizado todas las células de mi cuerpo. No me ha dado por pasar a la acción porque todavía estoy tratando de gobernarme a mí misma. Nos esperan emociones fuertes. Vamos a tener un año de ruta del bakalao electoral. Espero que las resacas nos dejen alguna alegría. Que no ganen los de siempre siempre. Que nos gobierne buena gente que se preocupe de verdad por la política y no sólo por conseguir lo suyo. Espero que la política me haga alguna grieta en mi piel escéptica y confío en llegar a saber quiénes son los nuestros. No sé dónde ponerme. Con lo bonito que sería tener una columna de sociedad y andar por estas letras sólo comentando los eventos llenos de glamour. No tengo remedio.