lunes, 19 de agosto de 2013

Darwin y el Anís del Mono

Tenemos una piedra con la que canalizar nuestra ira y entretenernos jugando al Risk. Tenemos agosto para templar zozobras y esperar a septiembre para montar otra mani y luego otra y ponernos la camiseta del revés y fundir a negro nuestros avatares digitales. Tenemos las portadas de los periódicos haciendo cada día una viñeta de cómic. Tenemos al periodismo hablando con los vecinos de un pederasta para ver si era limpio y olía bien. Tenemos a Telecinco siendo más fuerte que nunca, con permiso de las Mama Chicho. Tenemos a la Justicia jugando a las canicas: chiva, pie, tute y guá. Tonto el último. ¿Cómo no vamos a salir del país si tenemos 50 aeropuertos? Alemania poco más de 30, por eso los alemanes no huyen. El único consuelo es que cuando los extraterrestres invadan nuestro planeta, empiecen por España, que lo tienen más fácil para aterrizar sus cacharros. Tenemos los precios de la luz más caros de toda Europa. Tenemos ciudades que apostaron por edificios y eventos que les sirvieran para hacerse visibles y ponerse en el mapa. Y ahora tenemos territorios fantasma con escaparates llenos de nada. Tenemos un sector naval tocado y hundido. El carbón ya no nos sirve ni aunque una jauría de emprendedores lo convierta en figuritas para vender en mercadillos vintage. A la construcción se le han oxidado las grúas. Tenemos el tema financiero mariocondenizado, ofreciendo las mismas garantías que los restaurantes que visita Chicote. La industria cierra sus naves, la agricultura tiembla por si habrá ayudas, la pesca va quedándose sin peces y la ganadería hará lo que pueda por vender carne en tiempos de la hamburguesa de laboratorio. La educación no aparece ni como palabra de crucigrama. La cultura es un sector en expansión, por eso los artistas trabajan de camareros en Londres, están colonizando otros lugares. Tenemos el turismo, pero ahora nos da grima las hordas de borrachos de otros lares que ocupan nuestros veranos por cuatro perras. ¡Serán hijos de la Merkel! Los equipos de fútbol, que son empresas privadas, deben millones a la hacienda pública, de todos, pero cura sana, culito de rana, la liga empieza este fin de semana.
Tenemos toda esta ristra de superpoderes, por eso nos importa una mierda que el CSIC se convierta en nuestro Detroit, en la imagen del abandono. ¿Para qué producir conocimiento, interpretar cómo somos o buscar fórmulas que nos hagan vivir mejor y nos curen enfermedades? ¿Para qué si será lo que Dios quiera? El Centro Superior de Investigaciones Científicas ha perdido el 30% de su presupuesto desde 2009. Ahora necesita 100 millones para evitar la quiebra. "Es el mejor, la ciencia lo dijo y yo no miento", este era el mensaje que había en el etiquetado en las botellas de Anís del Mono. ¿Te acuerdas de cuando la ciencia importaba algo? Si Darwin volviera para ver cómo va la cosa, se le caería la barba pelo a pelo. Su teoría evolutiva ha sufrido un rebobinado, hay especies que avanzan para atrás y se llaman Gobierno. Matemos a la ciencia, no vaya a ser que nos desvele necios.

domingo, 4 de agosto de 2013

El ruido y las moscas



Ruido. Este es un país en el que se pierde la vergüenza pero no la razón. ¿Para qué se quieren argumentos si puedes mearte en las ideas y demostrar así tu superioridad intelectual? Últimamente todos somos especialistas en curvas y sistemas de seguridad ferroviarios. Y creemos que sentimos lo que sienten las víctimas porque recordamos cómo sabe el dolor y pensamos que damos aliento con nuestros eructos de lugares comunes y frases hechas. Lo siento, pero es que me escuece nuestra torpeza en la aproximación al dolor. La de unos medios que pretenden hacer como el pintor Géricault y contar la tragedia desde las heridas de la carne abierta y del olor a muerte. La empatía abyecta de los que no quieren escuchar el llanto porque ya saben cómo suena la angustia pero se regocijan en atender el ruido que hacen las cosas cuando se rompen. La distancia emocional de quien cree que se sufre con menos intensidad si no se retransmite el grito a cada punzada. Escudriñamos un pretendido respeto a las víctimas como si sirviera de excusa moral de nuestros desmanes de incontinencia obtusa. Puede que nuestra zona de intersección sea enorme y por eso nunca nos encontremos en el roce. Tú y yo. Y en medio, ese comportamiento desaprensivo de un pésame con palabras que se gastaron en otra desgracia. La empatía supone identificarse mental y afectivamente con el estado de ánimo de otra persona. Tú sólo gobiernas. Y como el tren no era una especie de drone terrestre y llevaba conductor al que llenar de culpa y pus informativo, pues cerramos el telón con pestillo. Ruido. Aceite que engrase las junturas de los quejidos, pruebas que certifiquen las verdades irrefutables del estar en lo cierto porque hay voceros que residen siempre allí. Parece que la duda te convierta en antipatriota.
Yo no me imagino peor tortura que la de estar en una sala con personas llenas de certezas. Rechinan los ecos mientras las familias intentan no ahogarse en la pena. Ruido. A mí la ausencia me suena a unas llaves que se mueven en el quicio de una puerta que sin embargo no se abre para abrazar a alguien. Es el ruido que abrasa y que no se sofoca como los incendios. Y es ese silencio de la desaparición el que sobre todo duele. "Mi cabeza no es el problema, la mosca sí lo es. Todo está contaminado", dice el protagonista de la serieBreaking Bad en un capítulo que me golpea por dentro ahora. Quizás porque pensábamos que los problemas de sueño los podíamos solucionar con un colchón de viscoelástica o una pastilla para dormir. Aunque lo que nos altera sea sonámbulo y siga haciendo ruido mientras nosotros soñamos. Ruido. Causa y consecuencia. Y atender los problemas en base a que sean síndromes. Dicen que la fatiga informativa también lo es, igual por eso estoy tan agotada. "Gracias a las moscas no tenemos tanta mierda", leo en una entrevista a una bióloga. Todavía nos hacen falta muchas moscas porque todo apesta. Ruido. O si lo que contamina es la mosca, nosotros o el ruido. Siempre nos despiertan alarmas.