viernes, 22 de febrero de 2013

Participación en la Semana Independiente del Diseño



El colectivo Una nueva Escoria, me ha invitado a participar en la Semana Independiente del Diseño que tendrá lugar del 11 al 13 de marzo. Mi charla se llama "Sobre cultura...Breaking Bad".

domingo, 17 de febrero de 2013

Envasados al vacío



Personas que nunca tenéis una lucha más importante que lo que encierra su hermético día ¿Cómo lo hacéis? ¿Cómo conseguís poder vivir sin que os afecte lo que le pasa al mundo del que formáis parte? ¿Qué ropa os ponéis para vestiros de asepsia? ¿Dónde os laváis para que todo os resbale? ¿Qué clase de cuerpo tenéis para que no se estremezca con los latigazos que reciben otros cuerpos? ¿Sois una clase superior que está por encima de cualquier sufrimiento mundano? ¿Es que vuestros átomos sólo contienen neutrones, partículas sin carga eléctrica?
Me alucina vuestra capacidad para no tocar lo que nos escuece, no vaya a ser que se os llenen de mierda las uñas. Preferís vivir en la ponzoña del miedo a posicionaros ideológicamente por si se os joden los negocios. Autómatas de la tiranía del individualismo, no dibujáis más hitos que las tareas de vuestra agenda. Os mantenéis impertérritos mientras se atenta contra los derechos humanos y al mismo tiempo sois capaces de destilar una ñoñería infame sobre tontadas propias de las carpetas de 8° de EGB. Nada vuestro se impregna de lo colectivo. El mundo cada día se desangra por una herida abierta y vosotros estáis ocupados actualizando vuestro maldito blog. Es como estar mirando un desfile de alta costura en medio de un bombardeo. Escondéis vuestra opinión comprando citas célebres a granel. No cuestionáis nada por si eso os va a causar ardores. Si escucháis gritos, subís el volumen de la música para no oírlos. Parece que os patrocina la vida esa marca de refrescos que vende felicidad en una parte del mundo mientras explota a niños en la otra. Vuestro disfrute no puede verse afectado por dolores sociales. Seríais capaces de haceros un lazo rosa con la soga que nos está ahogando. En vuestra burbuja hedonista no cabe la solidaridad.
La tierra se quema al mismo tiempo en muchos lados y todos necesitamos huir de vez en cuando y coger aire. Pero respirar no te tiene que hacer olvidar que sigue habiendo fuego. Buscamos un paréntesis de oxígeno en el que refugiarnos. Hacemos malabares con las palabras para bregar con lo que nos irrita. Por ejemplo, yo necesito el humor como armadura para defenderme de los ataques con navaja de este sistema que más que gobernarnos, nos asalta. Utilizo el sarcasmo y la ironía para hacer esgrima contra quien nos empuja. Le busco el sosiego por un rato al mundo en un libro, en una cena, en una conversación o en una risa. Me salgo del mapa de la actualidad y deambulo en soledad y sin rumbo. Me encierro en un surco y luego vuelvo. Vuelvo aquí, a lo que nos pasa. Porque mi propio relato personal no está aislado del que escribimos en plural. Porque no soy capaz de vivir sin mancharme con lo que nos está pasando. Cuando todo explote, recordaré que los números primos sólo pueden dividirse por ellos mismos y por uno. Como vosotros, los que cambiasteis el estar juntos por ser envasados al vacío, contenedores de ausencias. Si vuestra vocación es ser apátridas emocionales y exiliados sociales, que seáis felices en vuestra vida de solos.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Cerdos, confeti y preposiciones

Iguázel Elhombre: Cerdos, confeti y preposiciones ( El Periódico de Aragón - 13/02/2013 ) 


A veces pienso que no voy a regalarles más emociones a este hatajo de déspotas, mafiosos y cínicos que nos gobierna y nos ha gobernado. Que no se merecen el hacerme sentir nada. No quiero que tengan la autoría de lo que me late. Con cada emoción que me provocan, ira, vergüenza, tristeza, miedo o asco, me tocan por dentro. Y no quiero. No estoy dispuesta a permitirles que me zarandeen o me revuelvan el estómago con sus venenos. Lo que quiero es vomitarles encima. Y después de las arcadas decirles adiós con un beso que lleve en el aliento todo el mal que nos han hecho. Cada una tiene sus fantasías, y yo sueño con hacer unzapateao sobre sus carnés de partido.
Tomar el congreso no puede ser un golpe de estado cuando el estado nos está dando una paliza. En todo caso sería defensa propia. Tenemos que hacernos una dieta depurativa de un sistema poblado de toxinas que utilizan la política como plataforma de engorde. Como los cerdos. De tanto gobernar contra, remueves las tripas de todas las preposiciones, hasta de las que estaban guardadas en los sobres. Y las personas que de verdad están en la política con vocación de servicio público, que tiren las siglas de su partido al fango y se remuevan de sus asientos para ponerse a desbrozar de malas hierbas todas las estructuras. La voluntad política es un ejercicio de responsabilidad, no de fe.
Ya no hay esquinas en las que refugiarse mientras el sistema se rompe. Le sangran todos los cantos. Y tenemos que ocupar el protagonismo del relato o nos acostumbraremos al hedor de vivir en el medio de una piara sin salidas de emergencia.Toca recuperar el tacto de una política hasta ahora cubierta con capas de piel muerta. En, con, de, desde, para, por. Estas son nuestras preposiciones. Las de gente que puede hacer política estando en el centro de la afectación de las decisiones que se tomen.
La responsabilidad política no puede recaer en el ser sino en el hacer. Y el hacer deshace las escaleras que se utilizan para medrar en las direcciones de los partidos. Nos gobernaremos a pie de suelo. Entre nosotros. Quizás nuestra primera medida tenga que ser establecer el ICP, Índice de Conciencia de lo Público y hacer un test a quien quiera dedicarse a la política. Nuestros representantes no pueden ser personas que nunca hayan pisado una fila del paro o que no tengan hijos que coman de tupperware en un colegio público y sin monitoras. No puede gobernarnos alguien que sólo ha estado en un hospital público para hacerse una foto como souvenir exótico. Ni tampoco aquellas personas que no conocen la biblioteca más cercana o no saben lo que cuesta el transporte público.
Dicen que a cada cerdo le llega su San Martín. Preparemos el confeti.

domingo, 3 de febrero de 2013

Canibalismo sentimental


Hace ya días del show de Soraya Sáenz de Santamaría en el que actuó de antropófaga emocional (buscad en google Soraya se pone sentimental). Yo necesito apostillar esa intervención porque sin la postilla, las heridas siguen sangrando. Lo que ella dijo y mi interpretación de lo dicho.
Este convenio recoge el derecho a una vivienda justa (Soraya justiciera), a precio equitativo (cada uno tiene lo que se merece), pero sobre todo, recoge algo que psicológicamente es más importante, el derecho a fracasar (en un país con casi seis millones de personas en situación de desempleo, está claro que la culpa es nuestra por haber fracasado por encima de nuestras posibilidades, el sistema no tiene nada que ver), el derecho en un momento a hacer una inversión equivocada (la compra de vivienda es una pulsión humana de las personas humanas españolas, una tradición de la cultura innata de nuestra sociedad como lo es la Semana Santa, los toros, o que Ana Blanco presente el informativo. El poder no ha tenido nada que ver en azuzar ciertas costumbres). El derecho, a lo mejor, a perder un sueldo (yo pensaba que lo que hacía el capitalismo era desposeernos de derechos pero no, nos los amplía; derecho al trabajo y a perderlo, a la vivienda y a que nos echen de casa, derecho a fracasar...), pero no a haber perdido una vida (para Soraya, la clase trabajadora debemos ser como Mario Bros y vamos perdiendo vidas mientras pasamos pantallas), (...). Muchos de los que estamos aquí (no intentamos cambiar vuestras situaciones porque para que seamos ricos tenéis que ser pobres. Pero os hacemos un rastrillo benéfico para que comprobéis nuestra humanidad) cuando nos levantamos por la mañana pensamos lo difícil que tiene que ser tener un niño menor de tres años, una de las condiciones para acceder a este convenio (un convenio justo donde los haya, con un niño de 3 años encajas en sus condiciones de vulnerabilidad, si tu hijo tiene más edad, no entras. ¡Que se jodan!, que diría aquella), y quedarte en el paro. Y lo fuerte que tiene que ser, cualquiera de esas personas, para sobreponerse a eso y decir, voy a seguir adelante (Soraya coach personal). (-) Hay pocas veces en que un gobierno puede ponerse sentimental, yo no lo voy a hacer, alguno dirá ¡pues se ha puesto!, me he puesto, sí, sí porque esto nos puede pasar a cualquiera (el sentimentalismo es a la sensibilidad, lo que la caridad a la justicia social) (-) esto es el mejor ejemplo de que una sociedad solidaria es capaz de ponerse en la piel de todos los que lo han padecido sin ser responsable de ello (el gobierno se apiada de los fracasados pero nunca tiene responsabilidad en sus fracasos) (-).
Soraya me removió los adentros como si se hubiera puesto a hacer punto de cruz con mis intestinos. El sentimentalismo vacío habla con palabras que nos levantan la piel, juega a tocarnos las vísceras, a acariciarnos con estropajos. Envuelve la violencia en papel de regalo. Podría pedirse al menos algo de pudor para evitar la empatía impostada y la emoción edulcorada. Devoradnos, pero no esperéis que bendigamos la mesa.

Podcast tertulia Despierta Aragón 24 enero 2013


http://www.aragonradio2.com/podcast/emision/la-corrupcion-politica-a-debate-en/