domingo, 21 de diciembre de 2014

Quiero todo esto

Quiero todo esto ( El Periódico de Aragón - 20/12/2014 )

Quiero casas de las que no nos echen y calefacciones que podamos pagar. Quiero que lo público gane. Quiero poder comprar berberechos siempre. Quiero que desaparezcan los purés de las cartas de los restaurantes. Quiero olvidarme de la sensación de no llegar a todo. Quiero un país en el que no se consienta el hambre. Quiero aprender muchas cosas. Quiero que se gobierne para que nos duela menos lo que nos falta. Quiero leerme sin evitarme la mirada. Quiero no tener que justificarme. Quiero que sea prioritario acabar con la violencia. Quiero mujeres libres y que no sean maltratadas o asesinadas por intentar serlo. Quiero que la gente a la que quiero lo note. Quiero que mi abuelo se siga afeitando para que yo le bese. Quiero que se vayan los que nos han traído hasta aquí. Quiero que no nos transformemos en ellos cuando estemos en su sitio. Quiero ser pequeña para que mi hermana me dé clase. Quiero que al neoliberalismo le salgan heridas que le escuezan. Quiero que inventemos historias y que no falte nuestra voz cuando se trate de contarnos. Quiero radio y libros y abrazos. Quiero comer secretos y que nos prestemos mentiras. Quiero una valla que recubra la casa del ministro de Interior. Quiero que nos independicemos de este gobierno. Quiero muchas primeras veces. Quiero tener a alguien que me haga una tortilla cuando yo esté enferma. Quiero que recubran las aceras con el suelo blando de los parques. Quiero tiempo. Quiero que la ilusión sea fuerte y no se desmorone. Quiero que nos quejemos sin que nos multen. Quiero que alguien meta por mí el edredón en su funda. Quiero viajar. Quiero ciudades de tiendas pequeñas, plazas habitadas y calles que no nos expulsen. Quiero que nos salgan bien los planes. Quiero no tener que actualizar algo todo el rato. Quiero que conservemos los recuerdos. Quiero que los desayunos duren más rato. Quiero que nos siga sin cansar la mortadela. Quiero que las penas sean muy pequeñas al lado de las alegrías. Quiero muchos dolores de tripa si son por reírme. Quiero que lo que venga no nos espante. Quiero disfrutar del roce. Quiero conversaciones. Quiero poder dedicarme más a mis amistades. Quiero que no cierren hospitales ni colegios. Quiero que no nos estafen. Quiero que mis padres puedan vivir tranquilos. Quiero croquetas. Quiero romper certezas a machetazos. Quiero contradecirme. Quiero deleitarme. Quiero igualdad. Quiero revoluciones en las que se baile. Quiero que los sustos solo sean los que doy yo cuando me escondo. Quiero que leamos más. Quiero saber cantar bien. Quiero que a los cínicos les golpeen sus palabras. Quiero que mi novela se publique. Quiero que la decepción se coja una excedencia. Quiero que el dinero no reine. Quiero República. Quiero bibliotecas y librerías que no cierren. Quiero conflictos sin armas. Quiero que se puedan curar cada vez más enfermedades. Quiero que el cierzo respete mi flequillo. Quiero que lo que se estropee no nos rompa.

Quiero que el año nuevo nos llegue lleno de nuestros quieros. Quiero todo esto.

lunes, 8 de diciembre de 2014

No saber dibujar la perspectiva

No saber dibujar la perspectiva ( El Periódico de Aragón - 06/12/2014 )

Cierra la empresa que fabricaba las figuras flamencas que durante décadas han sido el souvenir typical spanish. No han resistido los embistes de la crisis, de la competencia china y de los televisores de plasma. Mi viaje de estudios de 8° de EGB fue a Andalucía y me traje de recuerdo una de esas bailaoras flamencas. Era fea, la más fea de todas, también la más barata. Reinó en el salón de mis padres hasta que me independicé y mi madre consiguió deshacerse de ella cediéndola para mi colección de objetos de la memoria. Guardo todo lo que me cuenta algo de lo que soy. A veces también falseo el relato. Trato de reconstruir hechos y algunos se me han perdido así que tengo que fabular trozos del trayecto porque quiero llegar al recuerdo y no sé cómo se va. Me gustaría tener más tiempo por detrás para que me pudieran caber más cosas en lo que he vivido. Hay que mirar hacia delante pero ahora hace mucho frío así que andamos sacando chepa y sin levantar la vista del suelo. Y ellos, que nos ven desde la distancia, aprovechan que la amplitud de miras la tenemos en las baldosas rotas para zarandearnos constantemente con noticias y que no podamos ni pararnos a pensar. Siento que nos meten los mensajes a empujones, como si la actualidad fuera ese tipo que se encarga de presionar a otros para que todos quepan en los vagones del metro de Tokio. Y de esta manera conservamos la información en nuestra cabeza, apiñada. Además, a mí me hicieron tipo loft por dentro, no tengo muros que separen unas cosas de otras y por eso lo mezclo siempre todo. Al año que viene hay elecciones y esto que me pica por todo el cuerpo debe de ser la zozobra. Los pájaros revolotean cuando huelen la tormenta y nosotras ya vivimos con las nubes negras dentro de casa. Las manchas en la piel antes eran erupciones y ahora se llaman corrupciones, es lo malo de tener las tertulias políticas todo el rato encima de ti. "La especie humana no puede soportar tanta realidad", decía T.S. Elliot en sus Cuatro cuartetos. Lo que a nosotros nos pasa se llama obsolescencia programada. No es que seamos escépticos, es que nos han hecho cansados. Somos seres analógicos y nos gastamos. Se trata de cambiar las cosas pero parece que vivimos un tiempo que tiene agotadas todas las teorías. Hay que verlo todo con perspectiva pero yo no tengo. En el instituto era mi padre el que hacía los trabajos de dibujo técnico. Saqué un sobresaliente en perspectiva pero no era mía. Cuando no tienes habilidad lo que se te da bien es inventar. Perspectiva. Los espacios que de niño eran grandes se hacen pequeños cuando tú te haces mayor. Será por eso que esta vida nos aprieta. Suena en bucle la versión que María Rodés ha hecho de "Mi pobre patria" de Franco Battiato: "Esperemos que el mundo vuelva a cotas más normales, que pueda contemplar con calma el cielo/ que no se hable más se hable de dictaduras, quizá tendremos que seguir tirando/ mientras la primavera tarda aún en llegar."