Pues eso, que nuestro PITICASCAS ha sido el ganador del premio al mejor libro editado en Aragón en 2013. Nos hace muy felices que el premio haya sido al libro, porque esto quiere decir que corresponde a todo el equipo piticascaquero: editoras, autora, ilustradora, diseñadores, maquetadores, impresores y encuadernadores.
Yo decía ayer que los premios son una mierda hasta que uno te toca y te descoloca tanto que incluso tus lunares cambian de sitio. Mi cuerpo, de natural escéptico y descreído con la vida en general, ayer se vino abajo. No sabía que la emoción ante un premio es algo así como un tsunami que hace que se tambaleen los adentros. A mí los nervios siempre me han atacado al estómago así que ayer, en casa, mientras contestaba las cientos de felicitaciones que nos iban llegando, no encontré mejor manera de canalizar la ilusión que acudiendo el váter. Luego salí a la calle con el mismo organismo inadaptado a esta situación de premio, alegría y desconcierto. Me estozolé en mitad del Paseo de la Independencia. Desde el suelo me pareció que era una justa posición para la dignidad de mi reacción física. Vamos, que no tengo cuerpo para ser premiada.
Aún así, careciendo de las moléculas adecuadas para que un premio me quede bien, estoy muy contenta. Nuestro libro ha sido premiado. Nuestras Piticascas son también mi primer libro y que un primer libro haya sido elegido con un premio como este pues me hace ser una palabrista orgullosa y feliz. Y no puedo seguir escribiendo más sensaciones sin ir al baño y hacerlo, además, caminando cojica porque la caída de ayer todavía se me nota en el pie.
Me puedo poner el traje Joe Brainard y empezar con mis 'me acuerdo' piticasqueros. Voy a intentarlo.
Me acuerdo de cuando conocí a Juan Ramón Giménez con G en un secuestro creativo.
Me acuerdo de sentir algo especial por Agnes Daroca la primera vez que la vi.
Me acuerdo de El niño cabeza cubito de hielo, el primer libro de Los Imaginantes.
Me acuerdo de enviarle a Agnes unas frases y unos relatos breves.
Me acuerdo de Eva Cosculluela leyéndome y diciendo que por qué no todo eso junto en un libro.
Me acuerdo de la risa de Agnes, su permanente risa siempre, que sirve de amarre para sujetarse al mundo cuando todo lo demás se rompe.
Me acuerdo de cuando Jota y Agnes me dijeron que iban a publicar un libro con mis textos.
Me acuerdo de pensar si mis textos merecían que Los imaginantes se tomaran esa molestia.
Me acuerdo de ir a Estudio Ductus y escuchar a Agnes y a Jota hablar con Choni Naudín de materiales desconocidos para mí y procesos que yo no entendía.
Me acuerdo de conocer a Susana Villacampa, la otra mitad de Los imaginantes, y enamorarme de ella instantáneamente.
Me acuerdo de llegar al formato del libro con una frase para cada día, 365 frases, un relato por mes del año y una ilustración para las estaciones. Así maquetaremos el libro: primavera, verano, otoño, invierno. Agnes pensando el cómo y dando vueltas a todo. Empezaremos con la primavera, el 21 de marzo. Justo el día en el que estoy escribiendo esto. Hoy.
Me acuerdo de que Agnes me dijera que nuestro año sería bisiesto, porque una tía suya cumple los años el 29 de febrero y le daba mucha pena que las personas que cumplían los años justo ese día no tuvieran su piticasca.
Me acuerdo de pensar si una se puede llegar a morir de un ataque de ternura.
Me acuerdo de la loca ocurrencia de Agnes de pintar a mano cuatro ilustraciones originales para cada libro.
Me acuerdo de verle la mano después de hacerlo.
Me acuerdo de Jota enviándome poco a poco imágenes de cómo iba diseñando la maqueta del libro y de negarse a enseñarme todo para ir dosificando la ilusión y la sorpresa.
Me acuerdo de pensar en qué título ponerle al libro y darnos cuenta de que el título era lo primero que ya estaba puesto, piticascas.
Me acuerdo de mi abuela, porque piticascas era una palabra suya y yo la cogí como palabra inventada favorita en la que refugiarme.
Me acuerdo de poner la fecha para la presentación de nuestro Piticascas, el 18 de abril de 2013.
Me acuerdo del pudor que me daba pedirle a Eva que nos presentara y de la alegría que me provocó que ella dijera no sólo que sí sino que le hacía mucha ilusión.
Me acuerdo de Ramón (Gómez de la Serna) y de sus greguerías.
Me acuerdo de cómo presentamos piticascas y de todo lo bonita que fue la presentación.
Me acuerdo de algunas cosas que no puedo decir y de algunas otras que no quiero contar.
Me acuerdo de la voz rota de Susana leyendo la piticasca del día del cumple del padre de Agnes en la presentación del libro. Y de la alegría por verle a él ahí, mirándonos, contento y orgulloso de su hija.
Me acuerdo de las risas entre Agnes y yo cuando supimos que nuestros padres fueron juntos a la escuela y que mi padre empujó a un charco al suyo y este último estuvo un mes con neumonía y sin ir a clase, el mismo tiempo que mi padre estuvo castigado.
Me acuerdo de la primera vez que tuve en las manos el libro, mi primer libro. Y me acuerdo de la emoción y de lo bonito que me pareció.
Me acuerdo de la foto que nos hizo Jota a Agnes y a mí, sentadas en una mesa en el bar de enfrente de la librería, mirando el piticascas embobadas y con una sonrisa llena de emoción, ilusión y nervios.
Me acuerdo del primer libro que dediqué, el de Eva y Félix, los portadores de sueños. Tenía que ser ese, claro.
Me acuerdo de mi familia, que no cabía en la librería. Mis padres, mi hermana, mis tías, primas... Todo Torrero estaba ahí.
Me acuerdo de todo el cariño de nuestras familias y amigos.
Me acuerdo de todos los que vinieron y especialmente de Rafa Milán, Marta Ardiaca y Margarida Troguet que llegaron de Barcelona y Lleida sólo para la presentación y luego se volvieron a ir.
Me acuerdo de Agnes que no podía dibujar más con esa mano dolorida y se hizo un sello para dedicar los libros en la presentación.
Me acuerdo de que mi abuela no fue a la presentación pero le llevé el libro y me dio besos, y dio palmas, y sonreía y le decía a todo el mundo que su chica era la del libro. Y lo de menos es que ahora mi abuela no pueda saber lo del premio. Lo de más es que ahora no tengo a mi abuela, ni a su risa, ni sus palmas, ni sus besos.
Me acuerdo de mi abuelo, llamándome por teléfono cada vez que el periódico decía algo de nuestro piticascas. Ayer le conté lo del premio antes de que leyera el periódico así que cuando lo leyó y vio la noticia en un hueco grande y con una foto de Agnes y mía, me llamó contento y me dijo que esto era otra cosa, porque yo le había contado lo del premio pero no le había dicho que era algo de importancia que salía en el periódico y todo.
Me acuerdo de lo rápido que se acabaron los piticascas.
Me acuerdo de mi madre asegurándose de comprar todos los que le habían encargado.
Me acuerdo de Saúl Esclarín, de su compañía, confianza y apoyo permanente.
Me acuerdo de ir a Barcelona con Agnes y con Jota para estar con Choni y Rubén Rodríguez en el stand que Estudio Ductus montaba en una feria de libros artesanales.
Me acuerdo de decirle a Agnes que Los imaginantes no habían ganado el premio al libro mejor editado con Lupanar de Greenwich porque lo iban a ganar con Piticascas.
Me acuerdo de que el deseo no tenía ninguna certeza pero equivocarme es lo que mejor se me da.
Me acuerdo de otras muchas cosas pero la emoción me está ocupando todos los territorios de mi cuerpo, como si del tablero del Risk se tratara, y me está incapacitando para seguir narrando.
De lo que más me acuerdo es del cariño. El de Agnes, Jota y Susana por cuidar tanto la edición del libro y también del cariño de toda la gente a nuestro alrededor.
Gracias a Los imaginantes por imaginar estas piticascas que ahora han sido premiadas. Enhorabuena por el premio y felicidades por todo ese talento que tenéis y la dedicación y el cariño con el que editáis.
Gracias al jurado del premio por elegir nuestro Piticascas como el mejor libro editado en Aragón en 2013.
Gracias, gracias y gracias a todas las personas que se han alegrado al saber que Piticascas ha ganado el premio. Gracias, gracias y gracias por las emociones dibujadas en el ayer con cada uno de los comentarios que nos hicisteis llegar. Abruma recibir tantas felicitaciones aunque todo el ayer, notar tanta alegría y sabernos tan queridas, hizo que nos sintiéramos muy felices. GRACIAS.
Perdón por este texto deslavazado que está escrito con la urgencia de la emoción aporreando las teclas con más rasmia que sosiego. Es el primer premio en mi vida que me toca de cerca, todavía estoy intentando que mi cuerpo lo asimile.
Premio a Piticascas:
En el Heraldo de Aragón.
En El Periódico de Aragón.
En PROCURA.
Aragón Televisión. Informativos. Noticias 1 del 29 de marzo de 2014. A partir del minuto 27.
Aragón Televisión. Por Amor al Arte. Capítulo número 90 del 26 de abril de 2014. Entrevista con Agnes Daroca e Iguázel Elhombre. Al comienzo del programa.
Me acuerdo... de un día que te pedí un libro... ahora tengo 3 cosas, tu cariño y un libro con premio.
ResponderEliminarMuchísimas felicidades! pero... joder, como eres!!! me acaba de caer una lágrima.
Margarida