El equilibrio de los cuerpos ( El Periódico de Aragón - 31/01/2015 )
Las cosas pasan como poniéndose todas en fila esperando a lanzarse ante ti. Llegamos a ellas una detrás de otra. Se caen y el ruido te recuerda que una nueva ficha ha golpeado la mesa para que le prestes atención antes de poner el mantel para la cena. Y no puedes fijar tu mirada al derrumbe de algo porque enseguida hay otro tema que empuja por detrás para ponerse en el turno de llamada. Y luego está el dormir, el tener la nevera con algo de comida y el procurar cuidados a tu red para que los nudos que has entrelazado no se suelten cuando seas tú la que se cae. El cuerpo se te subleva con declaraciones, noticias y titulares. Algo hay que hacer, te dices, y el enfado te lleva a mover el culo como las gallinas cuando van a poner un huevo. Si al menos yo fuese una gallina sería útil que la indignación se hiciera un hueco dentro de mí, me zarandeara y luego saliera lista para comer. La actualidad es como un juego de memoria en el que se nos enseñan cartas y vamos probando a ver hasta cuándo recordamos lo que hemos visto. Hace unos días teníamos a la libertad de expresión dando una capa de gotelé a nuestros mensajes. Eso ya ha pasado. Las muertes nos escuecen y se quedan en nosotros como el olor a pescado pero hay que seguir a otra cosa. Envido. Quiero. Mus. Quizás sea el Gobierno con más mujeres de la historia de Grecia. Puede. Pero siguen faltando mujeres en primera línea de ministerio. A mí me hastía que la revolución no sea capaz de cambiar usos y costumbres. Una encuesta del CIS revela que uno de cada tres jóvenes cree inevitable o aceptable actitudes de control hacia su pareja. Que si te marco los horarios, que si juzgo tu comportamiento y decido lo que puedes hacer o lo que no, que si no quiero que veas a ese amigo tuyo. Me controla porque me quiere. A mí me enerva que eso no sea asunto de Estado. Ni aparece en los titulares del informativo. No hay ministras en Grecia pero tenemos presentadoras de informativos que parecen modelos a punto de hacer un desfile. Entre noticia y noticia va la publicidad que nos enseña que las mujeres somos estreñidas, tenemos pérdidas, gases, arrugas y no hacemos bien la digestión. ¿Qué imagen de la mujer se ofrece? O no se nos ve o se nos ve de forma delirante. Todo forma parte de lo mismo. "Somos gente de neblina", dice Gabriela Wiener en su libro Llamada perdida. Busco en internet: ¿Cuál es el secreto de los equilibristas? Y me pierdo en la lectura de un documento larguísimo sobre el equilibrio de fuerzas y momentos. No tener ni idea de física hace que me obsesione acercarme a ella. La palabra estática se deriva del griego statikoIs que significa inmóvil y en física es la rama de la dinámica que analiza las condiciones que permiten el equilibrio de los cuerpos. Espero que el cambio griego no sea statikós. Que lo que nos pasa no nos pese. Una amiga me dice que está triste y a mí sólo se me ocurre decirle que le presto mi MP3 acuático para que nade con música. Intento que no se caiga.
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