Tacos de fijación ( El Periódico de Aragón - 06/02/2016 )
Tengo la oportunidad de entrevistar al escritor Marcos Ordóñez con motivo de su libro Juegos reunidos. Me detengo en uno de los relatos que ahí aparecen, en una historia pequeña. Cuenta el autor que, en la estrofa de una canción que hablaba de los barrios de Barcelona, siempre había escuchado que se decía Astor. Finalmente, cuando Ordóñez ya había creado todo un universo a ese barrio desconocido, el dueño de la canción le sacó del error, no decía Astor, decía Las Corts. Y el problema es que Astor ya estaba activado en la mente del escritor. Lo había imaginado y ahora existía. Cómo no iba a existir si le había creado un tipo de luz, pequeñas zapaterías con muy pocos zapatos, olor a nardos de cera y viejos sentados en bares mirando al fondo de los vasos como si se les hubiera caído algo dentro. Me sentí aludida en la anécdota. A mí me pasó con una canción de Aute. Me aprendí la letra antes de entenderla porque mis padres ponían el disco con frecuencia cuando yo era pequeña. Y ya, para siempre, fijé en la memoria "la Venus del Nilo" donde se decía "la Venus de Milo". Y sólo reparé en mi confusión cuando un novio se percató del cambio de letra. Y, para entonces, de la misma manera que había hecho Marcos Ordóñez, yo ya tenía confeccionada una historia para esa venus romana que había llegado hasta África. Así funciona la literatura, creando universos de verdad para explicarse la realidad. Muere el inventor de los tacos de fijación. Los tacos se necesitan para fijar los tornillos. Sujetan, igual que hace la literatura. Son tan útiles que yo misma me compré en Ikea una caja con tacos de distintos tamaños. Yo, que no tengo taladro. No los he utilizado nunca. El universo real puede ser más inútil que el inventado. Mira el Congreso. Está intratable. Por eso las distintas fuerzas políticas se encargan de dibujar ficciones que alimenten el miedo, la ambición, la posibilidad de cambio, los entendimientos o diferencias. No sabemos lo que va a pasar pero cada uno tiene su proyección. Yo me encuentro como si asistiera a una sesión de realidad virtual y estuviera haciendo aspavientos para espantar monstruos imaginarios. Quita, bicho. El inventor de los tacos de fijación también inventó el flash sincronizado para cámaras de fotos. Flash también es una noticia breve que emiten los medios de comunicación con carácter urgente. Y pienso en las informaciones sobre los refugiados y en las fotografías de niños muertos. No hay tacos que aguanten lo que pesa la vergüenza de esta realidad. "Si Europa fracasa en la cuestión de los refugiados, su relación con los derechos universales de los ciudadanos quedará destruida y no tendremos la Europa que queremos imaginar". Esto lo dijo Merkel. Y la respuesta de Europa fueron vallas, negativas a acoger refugiados, palos en las fronteras o cupos sin hacer nada para poner en marcha la recepción. Y más muertes. Entonces sí, siento que hay algo peor que lo que estamos viendo, el mundo que se imaginan algunos.
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