El otro día fui al teatro a ver Víctor y el monstruo, una adaptación de la novela de Mary Shelley que llevan a escena esas funámbulas de la resistencia feroz, las Esencia Producciones, una compañía que está dando un empentón al teatro aragonés con propuestas de calidad, creaciones sensibles y que buscan encajar y entender el momento que estamos viviendo. La historia, ya sabes, es la del DoctorFrankenstein que en su ambición por ser el más y el mejor --un emprendedor de los de ahora, vaya-- crea una criatura a partir de trozos de otros cuerpos. Un monstruo construido con desechos humanos. Frankenstein es una alegoría de la perversión, muestra el desprecio hacia la humanidad, un símbolo de las garras depredadoras del capitalismo que no respeta la dignidad básica del ser humano. De hecho, la rebelión de la criatura contra su creador es un mensaje. El monstruo nos avisa de los peligros de no poner a la humanidad en el centro de las decisiones de la construcción vital de las personas. Ya ves lo que me dio de sí el espectáculo. Frankenstein y los monstruos. Nos están formando como sociedad a base de deshechos que nos dejan una apariencia monstruosa, ¿O es que no has visto el anuncio de la lotería? Los que nos gobiernan, creyéndose escultores de la humanidad, nos desguazan y luego especulan con nuestros pedazos.
ESTA ES la época en la que todo se reestructura para que nada cambie. Reestructuración es un eufemismo neoliberal que quiere decir que te puedes dar por jodido. Nos remodelan a golpe de moldes grotescos. Un, dos, tres, responda otra vez: la Ley de Seguridad Ciudadana también llamada la del ver, oír y callar. Se penaliza el perturbar gravemente, y ¿qué será una perturbación grave y cómo se medirá cuánto de grave es una perturbación? Pues ponemos que TODO es delito salvo existir si tienes carné de los nuestros. Dos años de cárcel por un tartazo. La valla de Melilla sólo provoca rasguños. No se ha destruido empleo y el crédito fluye. Hay que recortar porque se despilfarra dinero pero nos gastamos más de dos millones de euros en publicidad que defienda la reforma laboral. ¿No se defendería sola si fuera buena? Ser inmigrante como factor de riesgo para consumir. Ser inmigrante como riesgo para el país. Lo malo siempre está afuera, la ponzoña siempre es del otro. La consejera de educación del Gobierno aragonés llevó a juicio a cinco personas por hacer una escultura con fiambreras. Pidió hasta cinco años de cárcel y el otro día no se presentó al juicio. Su show nos ha costado miles de euros. Pero no hay dinero para becas de comedor. Eso es demagogia barata, perdona pero es que sólo llevo suelto y no puedo comprar de la cara. ¿Te acuerdas de Dimitris Christoulas? Fue el primer suicidio de la estafa con la que nos gobiernan. "No puedo vivir en estas condiciones", dijo en su nota de despedida. Nosotros no somos Grecia. Monstruos. Ojalá se nos despeñen los pedazos de nuestros cuerpos desvencijados y se lleven por delante a los monstruos de cuerpos enteros.
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